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Embarazo: contacto con su hijo en el estómago
Durante el embarazo, es probable que sientas repetidamente el profundo deseo de estar cerca de tu hijo ahora mismo. Anhelas abrazarlo, besarlo y mirarlo a los ojos. ¿Cómo será? Estás emocionada y anhelas a tu pequeño con cada semana que pasa.
Es un milagro increíble, por no decir EL milagro de la existencia humana: un nuevo ser humano nace en el cuerpo de otro. Una fusión de dos personas que se han unido físicamente y quizás también espiritualmente... con todas las características que la nueva persona trae consigo, haciéndola tan única.
A medida que avanza tu embarazo, puede que te resulte cada vez más evidente su importancia... tú, con tu cuerpo, representas la vida, la creas y la das a luz, y de tu interior emerge algo nuevo, algo nunca antes visto. Esto puede llenarte de asombro y admiración. En esos momentos, puedes percibir algo de ese gran secreto que dice: Eres importantísima, y al mismo tiempo, una pequeña parte de algo mucho mayor. Qué maravillosa paradoja, sobre la que puedes filosofar intensamente con una amiga tomando una taza de té.
Siente más profundo
Estos pensamientos son, entre otras cosas, maneras de acercarte a tu hijo. Estás profundamente conectada con el milagro de la vida, con tu cuerpo y su conexión con tu bebé. Recuerdas constantemente la increíble hazaña que tu cuerpo está logrando. ¡Habla de ello con tus amigos tanto como quieras! Es un momento especialmente valioso, y no volverá con este bebé. Tienes todo el derecho del mundo a hablar exclusivamente de ti, del niño y del embarazo cuando te apetezca; especialmente con tu primer hijo, quienes te rodean lo comprenderán, y tus buenos amigos estarán más que dispuestos a celebrar contigo cada detalle.
Otra idea maravillosa es que durante el embarazo, ¡estás más conectada con tu bebé que nunca antes! Aunque aún no lo veas, es parte de ti. Lo nutres y forman una simbiosis perfecta. Incluso tu pareja solo sentirá una fracción de lo que experimentas con tu hijo.
No te pierdes ni una sola patadita ni movimiento; percibes los horarios de sueño y vigilia de tu hijo, explorando si ya está desarrollando un ritmo. ¿A qué alimentos podría reaccionar de forma diferente? ¿Cómo se mueve cuando cambias de posición o le acaricias la barriga? Tu hijo está completamente seguro y a salvo contigo. Experimenta cercanía, unidad y plenitud en ese nivel tan profundo que a menudo anhelamos. Tu hijo está experimentando esta felicidad ahora mismo, a través de ti y contigo.
Fortalecer la conexión interna
Si lo deseas, puedes dedicar unos minutos cada día a conectar profundamente con tu bebé: Siéntate o recuéstate cómodamente y conecta. Imagina que todo el amor y los sentimientos que le transmites ahora llegan a lo más profundo de su corazón y se arraigan. Está comprobado que incluso durante el embarazo, se sientan las bases para que un pequeño se sienta en casa, seguro y cuidado en el mundo, y cómo lo hará. Puedes transmitirle tanto amor ahora como si lo miraras a los ojos y le acariciaras la cabeza.
Cuando sientes amor por tu hijo, liberas hormonas de amor y vínculo, que también se propagan por todo su cuerpo. Así es como tu hijo recibe tus mensajes tanto a nivel biológico como emocional.
Involucrar a la familia
También puedes conectar con tu bebé poniéndole un nombre. No te preocupes, si aún no has encontrado uno, no pasa nada, ¡un apodo también servirá! Pero si ya sabes cómo quieres que se llame y lo llamas por su nombre, esto puede tener un profundo impacto en ti. Cada día serás más consciente de que tu pequeño ya está aquí, separado de tus cinco sentidos solo por una fina capa de piel en tu vientre. Ya ha entrado en el corazón de la vida familiar y juega un papel vital.
Las parejas y hermanos también pueden conectar con el nuevo miembro de la familia llamándolo por su nombre. Pueden hablar juntos sobre cómo llamarlo, o incluso preguntarle al bebé ellos mismos; quién sabe, ¡quizás obtengan una "respuesta"! Si tu bebé empieza a moverse y a dar patadas en tu barriguita o te mantiene despierto, puedes contarle a tu familia qué está haciendo y qué estás experimentando con él. Así, todos podrán celebrar juntos.
El camino común
Otra forma maravillosa es seguir imaginando que tú y tu bebé se preparan juntos para finalmente poder tocarse y verse. El parto los conecta incluso antes de nacer. Tanto tú como el bebé están a punto de compartir una experiencia reservada solo para ustedes dos, única en todo el mundo, y que los cambiará para siempre. ¡Menudas palabras, pero así es! Sus cuerpos ya se están preparando para este día; en las últimas etapas del embarazo, su útero ya está pasando por fases de práctica llamadas contracciones de práctica. Sus pechos se están preparando para la lactancia; puede que ya vean una gota de calostro. Su bebé está practicando diligentemente la vida fuera del útero con movimiento y crecimiento.
Ya disfrutan de un tiempo único e íntimo juntos. La atención que le prestan a su hijo ya es invaluable. Pueden tomarse todo el tiempo del mundo para concentrarse y estar completamente conectados el uno con el otro, tanto en sus necesidades físicas como emocionales.
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AUTORA: SARAH ACKER
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