
Inhaltsverzeichnis
Embarazo: ¿qué regalo me trae mi hijo?
¡Están pasando muchas cosas!
El embarazo es un proceso profundamente transformador en sí mismo; cualquiera que lo haya experimentado personalmente o lo haya presenciado en un ser querido estará de acuerdo. El embarazo lo cambia todo: la bioquímica, la percepción, la perspectiva de la vida y, a menudo, incluso en lo más profundo de los valores y el carácter.
El embarazo nos hace replantearnos prácticamente todo: ¿cómo quiero vivir? ¿Quién quiero ser en este mundo, para mí y para mi hijo? ¿Encaja mi vida actual con lo que inevitablemente vendrá en el futuro? ¿Qué cambios quiero o incluso necesito hacer? ¿Cómo encaja la nueva situación conmigo, y cómo encajo yo en ella?
Durante el embarazo, puede que incluso te surjan preguntas y dudas más profundas como: "¿Quién soy realmente?". Al fin y al cabo, estás asumiendo un rol completamente nuevo, asumiendo un área de responsabilidad desconocida, e incluso el cuerpo en el que vives está cambiando cada vez más. Todo esto es nuevo para ti.
Pero no estás solo. No solo hay personas a tu lado que te apoyan, sino también alguien ahí mismo, contigo, dentro de ti, que, al igual que tú, se adentra en un nuevo territorio: tu hijo se encontrará con este mundo por primera vez, y todo lo que experimente desde el comienzo de su existencia será completamente nuevo. ¿No es emocionante? Avancemos juntos hacia nuevas tierras.
Tanto movimiento.
Ahora bien, esto puede ser bastante desalentador. Nada permanece igual, ¡guau! Estás en un viaje hacia lo desconocido, especialmente contigo mismo. ¡Vale la pena mantener una perspectiva positiva y ver qué regalo se esconde tras todos los desafíos!
El regalo
Porque este niño te cambiará y hará resonar dentro de ti acordes que nunca antes habías escuchado.
Una amiga me contó hace un tiempo que siempre se sorprende al presenciar los embarazos de sus amigas: por ejemplo, ha visto varias veces cómo mujeres tímidas y reservadas se han convertido en auténticas leonas. Porque, claro, ¡hay algo por lo que vale la pena luchar, defender y alzar la voz!
Yo también he experimentado un desarrollo profundo en mi personalidad: cada niño tenía un don muy especial para mí, por así decirlo:
Mi primera hija me enseña cada día a no perder nunca mi lado salvaje y rebelde. Me reta a diario a afrontar los conflictos, a usar mi voz, a no huir y, sobre todo, a ser auténtica. Detesta que finja ser algo que no es. Responde inmediatamente a mi comportamiento inauténtico con profundo desprecio y se vuelve grosera conmigo. En esos momentos, siente que me estoy burlando de ella. He aprendido a ver esto como una bendición. Mi hija es un reflejo de lo que quiero cambiar de mí misma y me ayuda a convertirme cada vez más en la persona que quiero ser.
Mi hijo me está enseñando a aceptar mi lado tierno y a dejar de lado la autoprotección excesiva. Con su llegada, me convertí en una oveja mansa: cuando me mira, estoy completamente con él y pierdo la aspereza que a veces me hace emocionalmente inaccesible.
Ahora estoy embarazada por tercera vez y ya siento que nunca volveré a ser la misma.
¡Usemos los dones!
El regalo que mi tercer hijo trae consigo para mí parece que está desplegando todo lo que he estado buscando durante años, todo lo que siempre ha permanecido oculto: fuerza, claridad, una nueva madurez, serenidad, confianza… se están desarrollando cualidades que siento que nunca hubiera podido desarrollar por mi cuenta.
Nuestros hijos son increíbles: nos ayudan a desarrollar las cualidades que necesitan para comenzar esta vida sanos y seguros. Cuando reconocemos, aceptamos y usamos estos dones, somos...
“Los mejores padres para los mejores hijos”.
Esta perspectiva me ayuda muchísimo. Me recuerda que no tengo que hacer las cosas sola; siempre hay interacción con mi entorno. Soy la mejor persona para la mejor situación. La mejor madre para el mejor hijo. La mejor pareja para la mejor pareja. Cuando las cosas se ponen particularmente difíciles, me ayuda a no rendirme.
La persona, la situación, el niño, tienen un don para mí, y puedo desenvolverlo y aprender a usarlo. Cada desafío, por mucho que me lleve al límite, está ahí para ayudarme a comprender el don más profundamente, a sumergirme en él personalmente y, a través de mi desarrollo, a devolverle la máxima bendición a la otra persona.
¡Qué viaje tan emocionante!
Si quieres, obsérvate mejor: ¿Qué te molesta constantemente a tus hijos, amigos o pareja? ¿Qué te provoca, te desafía, te conmueve profundamente y te transforma profundamente? ¿Quién o qué simplemente no te deja seguir como siempre has sido?
Bienvenido a tu nuevo rol. Déjate sorprender por el regalo que podrás desenvolver esta vez.
Si quieres saber más sobre familia, embarazo, mindfulness, nutrición o sostenibilidad, echa un vistazo aquí encima.
AUTORA: SARAH ACKER
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.