
Inhaltsverzeichnis
3 hábitos para una vida cotidiana positiva
Una vida positiva comienza en nuestra mente. Hoy te presento tres hábitos que pueden ayudarte a fortalecer tu mentalidad y lograr un cambio real.
Cómo los pensamientos moldean nuestras vidas
Todo lo que hacemos de la misma manera durante un largo período de tiempo se convierte en un hábito. Además de los hábitos que afectan nuestro comportamiento (como hacer ejercicio, Al igual que hacemos cosas (fumar, mirar el móvil, acostarnos a cierta hora, meditar, ser creativos, etc.), nuestro cerebro también tiene sus hábitos. Nos "acostumbramos" a ciertos pensamientos y, a partir de ellos, desarrollamos reacciones, actitudes y visiones del mundo. Naturalmente, nuestro comportamiento y nuestros pensamientos se influyen mutuamente: lo que pensamos afecta lo que hacemos. Y lo que hacemos afecta nuestros pensamientos.
Establecer un nuevo hábito al principio resulta abrumador para muchas personas: requiere tiempo, perseverancia e inversión física y mental. Es más cómodo dejar que todo siga como está... Sin embargo, a largo plazo, los hábitos cotidianos pueden cambiarnos la vida. Lo que pensamos a diario juega un papel fundamental en esto. Influye en nuestra visión del mundo, de los demás y de nuestras vidas. Por eso es tan importante considerar no solo lo que hacemos a diario, sino también lo que pensamos a diario. Los hábitos de mentalidad positiva y constructiva pueden ayudarnos a desarrollar una vida cotidiana más positiva, con más serenidad y alegría.
Ya he escrito sobre todos los hábitos mencionados a continuación de una forma u otra en este blog. Pero como los considero tan importantes y relevantes, los repetiré hasta que todos los hayan implementado. Al fin y al cabo, la repetición es un componente importante del proceso de aprendizaje ;-)
Tres hábitos mentales importantes
1. Deja de hacerte la víctima
Deja de quejarte. Deja de culpar a los demás por tus problemas o por cualquier cosa que te pase en la vida. Al fin y al cabo, nadie es perfecto. Todos venimos al mundo con circunstancias y características diferentes, y hemos vivido cosas y experiencias diferentes. De nosotros depende cómo hagamos con la vida que nos ha sido dada. Y eso incluye problemas, deficiencias y lagunas.
Depende de ti usar tus dones, tus fortalezas y los desafíos de tu vida para crear algo valioso. Algo que mejore tu vida y quizás incluso marque la diferencia en el mundo.
También depende de ti ser amable. Contigo mismo y con los demás. Incluso cuando te hayan pasado cosas malas.
Tienes que responsabilizarte de ti mismo y de tu vida, porque TÚ tienes el control. Claro que hay personas que influyen en tu vida. Sin embargo, en última instancia, depende de ti cambiarla tanto como desees.
La vida siempre es para ti
Algunas personas viven con creencias como “soy pobre”, “no soy lo suficientemente inteligente”, “la vida nunca es buena conmigo” o “simplemente nací así”, etc. Estas personas se quejan constantemente, se ven como víctimas de las circunstancias y culpan a los demás por sus propios problemas.
Sin embargo, al final, nadie podrá cambiar tu vida para hacerte feliz. Así que puedes no hacer nada, ver cómo pasa la vida de mal humor y quejarte.O puedes tomar el control de tu vida, adquirir experiencia, aprender, desarrollarte y responsabilizarte de tus decisiones. Solo así podrás crear la vida que deseas.
Aunque los últimos párrafos te hayan parecido más un discurso motivacional que una recomendación para un hábito que puedas establecer, recuerda esto constantemente. Obsérvate a medida que avanzas en la vida. ¿Asumes la responsabilidad o te ves como la víctima? ¿Estás haciendo algo activamente para cambiar las áreas de tu vida con las que no estás satisfecho? ¡Leer contenido como este artículo es sin duda un gran comienzo! :-)
Foto de Nick Fewings en Unsplash
2. Cultiva la gratitud todos los días
Practicar y cultivar la gratitud probablemente ha sido uno de los mayores cambios en mi vida. Por eso nunca me canso de hablar de ella. Si cada uno de nosotros la practicara activamente, este mundo sería un lugar mejor. Estoy convencido de ello. Ser agradecido es como la clave de la felicidad, porque cuando te despiertas agradecido y aprecias lo que tienes, prácticamente no puedes evitar ser feliz.
Desafortunadamente, a menudo olvidamos ser agradecidos en la vida diaria. Sobre todo por las pequeñas cosas. Pensamos: "Sí, estoy agradecido. PERO aún quiero tener esto y lograr esto, y podría ser aún mejor...". Nos centramos en nuestros deseos y nos vemos atrapados en una mentalidad de escasez. La principal voz que nos habla desde dentro es nuestro ego. El ego nunca está satisfecho y siempre encuentra algo que mejorar. Por eso, deberíamos dedicar un ratito cada día (¡aunque sean solo 30 segundos!) a ser agradecidos.
Un diario de gratitud puede hacer maravillas. Cada día, escribe de una a tres cosas por las que estés agradecido. Si intentas encontrar algo nuevo cada día, con el tiempo te volverás cada vez más consciente de las pequeñas cosas. Tu enfoque cambiará. Y cuanto más escribas aquello por lo que estás agradecido, más encontrarás cosas por las que estar agradecido.
Todo aquello en lo que te concentras crece. Así que, si te concentras en la gratitud (en lugar de, por ejemplo, en los deseos insatisfechos), esta crece. Y la gratitud trae abundancia y positividad a tu vida.
3. No te quites la vida siempre tan serio
Claro que la vida es seria en algunos aspectos. Sin embargo, a menudo la tomamos —y a nosotros mismos— demasiado en serio. Tendemos a pensar y analizar demasiado. Nos preocupamos demasiado. Estamos estresados prácticamente todo el tiempo. Creemos que si no hacemos algo "bien", tomamos las decisiones equivocadas o nos tomamos demasiado tiempo, el mundo se acabará. Nos obsesionamos tanto con las pequeñas cosas de la vida cotidiana que olvidamos que, después de todo, estas cosas no son tan importantes.
Al final, todos queremos ser felices, ¿verdad? El amor es fundamental para ello. Pero también lo es la diversión. Y te diviertes cuando no te tomas las cosas demasiado en serio. Cuando te permites ser infantil incluso de adulto. Cuando haces cosas que te llenan y pasas tiempo con gente que te hace reír.
Soltar, ser despreocupado. Esto es más fácil para algunos que para otros. Pero tú también puedes aprenderlo y entrenarlo como un músculo. Encuentra cosas que te traigan alegría.Baila tu canción favorita, visita un parque de diversiones, juega un juego de mesa con tus seres queridos. Observa cómo se comportan los niños o recuerda lo que disfrutabas hacer de niño. La diversión se encuentra en los momentos más pequeños.
Intenta simplemente disfrutar más de tu tiempo en este planeta. No pienses constantemente en lo que los demás puedan pensar de ti ni en lo que la sociedad espera de ti. Canta, baila, haz todo lo que disfrutas. No te tomes a ti mismo ni a tu vida demasiado en serio.
Después de todo, divertirse y ser feliz es lo que importa en la vida, ¿verdad? :-)
Si quieres saber más sobre mindfulness, alimentación saludable o sostenibilidad, echa un vistazo aquí encima.
Foto de Carolina Hernández en Unsplash
Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.