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6 consejos de sostenibilidad que podemos aprender de nuestros abuelos
La vida cotidiana de nuestros abuelos y bisabuelos probablemente era muy diferente a la nuestra actual. Por no hablar de las crisis económicas y las guerras mundiales, simplemente vivían en una época diferente. En muchas zonas rurales, el agua corriente y la electricidad no eran un hecho, y los refrigeradores y los automóviles se consideraban artículos de lujo.
No tuvieron la oportunidad de calentar un plato en el microondas o pedir direcciones a Google Maps. Algunos inventos y logros modernos son geniales, y en muchas áreas de la vida ciertamente tenemos las cosas mucho más fáciles y menos complicadas hoy en día. Sin embargo, podemos aprender mucho de las generaciones mayores, especialmente en lo que respecta a cómo podemos vivir de manera sostenible hoy.
Aquí hay algunas cosas que nuestros abuelos y bisabuelos hicieron para llevar una vida más sencilla, que, por cierto, a menudo era más respetuosa con el medio ambiente.
1. Cocina tú mismo y come en casa
Ahora se ha vuelto normal que muchas personas salgan a comer. Especialmente en las grandes ciudades se ha convertido en una práctica común cenar regularmente en una cafetería o restaurante por la mañana, el almuerzo o la noche. Esto suele ser más fácil, pero también caro. Dicho esto, esto hace que cocinar sea una habilidad que cada vez menos personas pueden dominar. Los niños en particular, pero también cada vez más adultos, a menudo no saben exactamente de dónde viene su comida ni cómo se preparó.
Ser capaz de preparar tu propia comida no sólo te hace más independiente y autosuficiente, sino que también te lleva a una dieta más saludable. Además, ahorras mucho dinero y eres más respetuoso con el medio ambiente: si cocinas tú mismo y con ingredientes frescos, utilizas menos material de embalaje y desperdicias menos comida.
2. Reparar en lugar de tirar
Por supuesto, hoy en día los productos se fabrican de forma diferente a como se fabricaban antes. Debido a la estrategia de envejecimiento del producto, los artículos se rompen más rápidamente y no duran mucho. No importa si se trata de moda, coches, electricidad o electrodomésticos: las cosas ya no funcionan o en algún momento quedan obsoletas.
Esto lleva a gastar mucho dinero en cosas que realmente se pueden reparar o modificar para adaptarlas a nuestras necesidades.
Nuestros abuelos sabían remendar ropa o reparar artículos rotos. O al menos dónde acudir para repararlos. Me gustaría recordarme más a menudo que no debo tirar las cosas tan pronto como dejen de funcionar perfectamente. En su lugar, repárelos usted mismo o envíelos a reparar.
3. Trae tu propio almuerzo
¿Cuándo dejó de estar de moda traer tu propia lonchera? Cuando estábamos en la escuela, nuestro Tupperware no sólo era elegante, sino también amigable con el medio ambiente.
En lugar de pasar por el supermercado o la panadería más cercana a la hora de comer, tiene más sentido preparar pan en casa o empaquetar los restos de la cena de ayer.
Para nuestros abuelos, salir a comer era una ocasión especial y no algo que se hacía todos los días.
4. Compre de forma inteligente
En el pasado, debido a las difíciles condiciones de vida, era importante poder tomar decisiones de compra inteligentes. Si no podías permitírtelo, no lo compraste. Y básicamente solo compraste lo que necesitabas. Las cosas se ven significativamente diferentes en la sociedad de consumo actual.
Tiene más sentido y es más sostenible hacer una compra al por mayor una vez a la semana y luego gastarlo todo. Antes de ir de compras, piensa en lo que necesitas y reduce las decisiones impulsivas.
5. Ordenar
Menos cosas significa menos preocupaciones... Pero eso no significa que debas poseer lo menos posible o descartar los ayudantes modernos. Pero decir “no” a ciertas cosas genera menos desperdicio y hace la vida más ordenada.
Armarios enormes con toneladas de ropa que no usarías y despensas llenas de comida que no comerías eran mundos extraños para nuestros abuelos. Porque estas cosas sólo te llevan a tener que gastar más dinero, mantener más y limpiar más.
Como dije, no se trata de minimizar todas tus posesiones de ahora en adelante. Pero limpiar adecuadamente y tirar o regalar cosas inútiles tiene un gran impacto en el medio ambiente y en tu propio bienestar.
6. Repensar los artículos desechables
Las bolsas Ziplock y para congelador no surgieron hasta la década de 1960. Por eso, nuestros antepasados almacenaban la comida en tarros. Una vez agotados, los vasos se lavaron y reutilizaron. También podemos utilizar recipientes que utilizamos una y otra vez en lugar de bolsas de plástico desechables. Esto por sí solo puede reducir una gran cantidad de residuos (plásticos).
Si quieres saber más sobre temas de vida sostenible, mindfulness o alimentación saludable, echa un vistazo aquí encima.
¿Qué consejos tienes para quienes quieren vivir de forma sostenible?
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