
Tabla de contenido
Cambia tus pensamientos y cambiarás tu vida.
Lo que pensamos día tras día determina nuestras vidas. Determina lo que hacemos y cómo nos sentimos. Si queremos introducir cambios en nuestras vidas, en cualquier nivel, primero debemos cambiar nuestros pensamientos y nuestra forma de pensar. Nuestro Mentalidad es la suma de nuestras mentalidades, creencias y cogniciones básicas; y por tanto bastante elemental. Pero ¿cómo puedo cambiar mi forma de pensar? ¿Y qué formas específicas de pensar me harán avanzar en la vida?
El poder de tu mentalidad
Los pensamientos que pensamos cada día se consolidan cada vez más con cada nuevo día y poco a poco pasan a formar parte de nuestra identidad. Las creencias que adoptamos en la infancia están ahora profundamente arraigadas en nosotros. Como niños somos particularmente vulnerables. Situaciones o eventos que “no son gran cosa” objetivamente o desde la perspectiva de un adulto pueden marcarnos y moldearnos permanentemente como niños. Tal vez no recibiste apoyo o afecto en una situación importante para ti cuando eras niño y, desde entonces, inconscientemente has llevado contigo la creencia de "no soy digno de ser amado". Quizás un profesor te dijo cuando estabas en el colegio que eras “malo en matemáticas” y desde entonces has pensado que no eras lo suficientemente inteligente.
Todos tuvimos experiencias cuando éramos niños y todos hicimos suposiciones sobre nosotros mismos a través de esas experiencias. Hemos interpretado situaciones y estas interpretaciones eventualmente se han convertido en creencias; ahora son parte de nuestra identidad. ¿Pero eso también significa que estas creencias son “verdaderas”? De nada. Creemos que son ciertas, ¿por qué si no las creeríamos?
Luchando por la conformidad
Como seres humanos, nos esforzamos por lograr la congruencia; queremos que lo que pensamos coincida con lo que hacemos. Por ejemplo, si pensamos que no somos lo suficientemente buenos, inconscientemente buscamos continuamente la confirmación de esta creencia. Si no conseguimos el trabajo que realmente queríamos, nos decimos a nosotros mismos: "Te lo dije: simplemente no soy lo suficientemente bueno". O simplemente no presentamos ninguna solicitud porque “de todos modos no prevaleceríamos frente a la competencia”.
Reinterpretamos experiencias que contradicen esta suposición o ni siquiera las notamos. ¿Qué pasa con los estudios que completamos con gran éxito? ¿O la presentación en el trabajo por la que tanto nos elogiaron? ¿Qué pasa con nuestra mejor amiga que ayer nos dijo lo feliz que estaba de tenernos? Todas estas cosas demuestran que somos suficientes. Y más que suficiente. Somos geniales tal como somos. Pero no queremos creer eso; no lo vemos en absoluto.
Cambiar pensamientos disfuncionales
El hecho de que estés leyendo esta entrada de blog demuestra que quieres más. Que en algún lugar muy dentro de ti sabes que estas suposiciones básicas y creencias disfuncionales no son ciertas. Sabes que hay mucho más dentro de ti y quieres cambiar algo. No más pensamientos que te detengan o te hagan retroceder. Pero, ¿cómo puedo cambiar una idea que llevo conmigo durante décadas?
No se puede hacer con un chasquido de dedos, pero se puede hacer...
1. Identificación
Primero, toma conciencia del pensamiento que te está frenando. Para ello, es útil observar tus pensamientos durante unos días y ver qué pensamientos negativos ocurren con más frecuencia. ¿Cómo te hablas a ti mismo? ¿Qué piensas de ti mismo? ¿Cuáles son los pensamientos detrás de sus acciones o inacciones?
Una forma de abordar una creencia es preguntarse "¿Por qué?" una y otra vez. para preguntar. Para aclarar, tomemos el ejemplo de antes: No tienes el coraje de postularte para un trabajo. ¿Por qué no te atreves? “Porque tengo miedo”. ¿Por qué tienes miedo? "Porque no podía conseguir el trabajo; me avergonzaría en la entrevista y todos pensarían que era estúpido. Eso sería totalmente vergonzoso". ¿Por qué crees que te avergonzarías? “Porque podría dar una respuesta incorrecta”… etc. Si sigues preguntando “¿Por qué?”, entonces en algún momento llegarás a tu creencia central disfuncional “Yo soy…” (en la mayoría de los casos, “No soy lo suficientemente bueno” o “No soy lo suficientemente adorable” se esconde detrás de estas cogniciones disfuncionales).
2. Conciencia
Una vez que sea consciente de su creencia fundamental, es hora de comprender las implicaciones de ese pensamiento. ¿Cómo te sientes acerca de esta creencia? ¿Qué decisiones has tomado en base a este pensamiento? ¿Qué tipo de experiencias has tenido? ¿Qué oportunidades perdiste? ¿Cómo influye este pensamiento en tu vida cotidiana?
Vale mucho la pena escribir todo esto. Tómate todo el tiempo que necesites y sé consciente de que pueden surgir emociones. Cuando escribes estas cosas, las ves frente a ti, puedes organizarlas y explicarlas. Esta es la base para el siguiente paso...
3. Transformación
Ahora queremos “transformar” la creencia negativa en positiva. Para ello, encuentre todo lo contrario de su pensamiento negativo. Para la creencia “No soy lo suficientemente bueno” puede ser “Soy suficiente” / “Soy genial tal como soy” / “Soy maravilloso” / etc. Lo importante es que la nueva oración resuene contigo; que de alguna manera puedes “sentirlo”, incluso si no lo “crees” en este momento. Escribe esta nueva creencia y repítela en voz alta tres veces.
Al igual que en el paso dos, ahora queremos analizar más de cerca esta nueva creencia. ¿Qué sientes por dentro cuando dices esta frase? ¿Qué sería posible en tu vida si creyeras en esta frase? ¿Qué experiencias tendrías? ¿Cómo sería tu vida cotidiana? ¿Qué decisiones podrías tomar? ¿Cómo te sentirías cada día si vivieras esta frase? Anota aquí todo lo que se te ocurra. No hay bien ni mal; simplemente siente dentro de ti mismo.
4. Anclaje
Para que este nuevo pensamiento se convierta en parte de tu identidad, se necesita evidencia y práctica. Por evidencia quiero decir que es necesario reunir experiencias que confirmen este nuevo pensamiento. Escribe tres o más situaciones de tu pasado que confirmen esta idea (por ejemplo, situaciones en las que fuiste amado o en las que te manejaste bien). ¡El argumento “No hay nada” no cuenta aquí! Sigue buscando; encontrará escenarios adecuados.
Ahora es el momento de “practicar” tu nueva creencia. Tu objetivo para los próximos días es pensar en este pensamiento con la mayor frecuencia posible. Escribe el nuevo pensamiento en una hoja de papel y pégalo en el espejo de tu baño, o guárdalo como fondo de pantalla en tu teléfono. Llámelo en su habitación de vez en cuando o repita el pensamiento tres veces seguidas por la mañana. Si te hace sentir estúpido, es completamente normal. . Cada vez que lo hagas, te resultará más fácil pensar o expresar este pensamiento. El nuevo pensamiento es como una semilla que plantaste en tu mente. Cada vez que tienes este pensamiento, estás “regando” la semilla. Pero tu semilla no sólo prospera en un sentido metafórico: ¡fortaleces verdaderas conexiones neuronales y redes de asociación en tu cerebro!
Las creencias fundamentales no son sólo oraciones que comienzan con "Yo soy". Las suposiciones generales sobre los demás y el mundo mismo también se consideran creencias o actitudes básicas. Finalmente, me gustaría brindarte un poco de inspiración para formas de pensar positivas “más generales”, que por supuesto puedes integrar en tu mentalidad de poder si lo deseas.

¿Qué mentalidades me ayudan a llevar una vida exitosa?
Una vida exitosa se ve un poco diferente para cada uno de nosotros. Y ciertamente no existe una fórmula mágica para “la mentalidad perfecta”. Y, por supuesto, la mentalidad no lo es todo en el camino hacia una vida feliz. Sin embargo, me gustaría compartir contigo cinco formas de pensar que pueden cambiar tu forma de ver la vida.
1. Si está ocupado, no tendrá éxito automáticamente.
- Muchas personas muy ocupadas pueden tener éxito a corto plazo, pero a largo plazo no es sólo su salud la que se ve afectada.
- El hecho de que una persona esté muy ocupada o tenga éxito profesionalmente no significa que toda su vida vaya bien y que la persona tenga problemas en su vida personal, por ejemplo.
- El equilibrio es clave
2. La vida es siempre PARA ti.
- Tendemos a asumir el papel de víctima para proteger nuestro ego. Sentimos que la vida sigue intentando abofetearnos
- Eres el creador de tu vida; Puedes influir en tu vida y dirigirla en la dirección que deseas.
- Y de esto: no eres víctima de las circunstancias.
- Suceden cosas; pero puedes decidir por ti mismo cómo reaccionas ante estas cosas o cómo lidiar con ellas.
- Busque el lado positivo
3. Los errores no son el final, sino el comienzo.
- Las derrotas son humanas. Todos cometemos errores; Todos estamos en esta tierra por primera vez: nadie puede hacer todo de inmediato.
- Hay algo que aprender de cada situación.
- Todo el mundo empieza poco a poco
- El mundo no se acabará si cometes un error. Siempre puedes empezar de nuevo#
4. ¡Siéntete orgulloso de ti mismo!
- Las experiencias de éxito son subjetivas. Lo que no es gran cosa para una persona es un gran logro para otra
- Lo estás haciendo muy bien en tu vida; Celebre sus éxitos (no importa cuán grandes o pequeños sean)
- Todos experimentamos cada día de diferentes maneras. No te compares con los demás; porque nadie vive su Vida distinta a ti mismo
5. Piensas en lo que piensas, te conviertes.
- Tus pensamientos finalmente moldean tu realidad
- Los pensamientos son cambiantes. ¡Tus “yo soy” no están escritos en piedra!
- Tu forma de pensar es tu herramienta más importante en el camino hacia la vida de tus sueños
- Ten cuidado con tus pensamientos y amándote a ti mismo.
¿Cuáles son tus hábitos mentales favoritos?
Si quieres saber más sobre temas de mindfulness, alimentación saludable o sostenibilidad, échale un vistazo aquí encima.

Dejar un comentario
Este sitio está protegido por hCaptcha y se aplican la Política de privacidad de hCaptcha y los Términos del servicio.