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Comer sano: si falta la motivación
Todos sabemos que deberíamos beber más, comer menos dulces y más verduras y frutas, o incluso cocinar alimentos frescos con más frecuencia. Todo esto contribuye a una dieta y un estilo de vida saludables. Pero incluso sabiéndolo todo, a menudo nos falta la motivación para mejorar. A veces empezamos motivados, pero después de una semana, volvemos a caer en nuestros viejos hábitos poco saludables.
Hoy vamos a ver por qué puede ser tan difícil mantener la motivación y qué podemos hacer al respecto.
¿Por qué me resulta tan difícil mantener la motivación?
La motivación es curiosa. Cuando está ahí, nos sentimos imparables, seguros y llenos de energía. Cuando desaparece, todo se revierte rápidamente: ya no podemos superar nuestros demonios internos, nos cansamos y nos agotamos rápidamente, e inventamos todo tipo de excusas y razones para no seguir adelante. ¿Qué hay detrás?
Un punto importante es el RazónEso nos motiva inicialmente a establecer un nuevo hábito o cambiar un comportamiento. A quienes han formulado un "por qué" sólido les resulta más fácil perseverar. Objetivo Desempeña un papel importante. Si nos fijamos metas demasiado altas, rápidamente parecen inalcanzables y sentimos que apenas avanzamos.
Quizás hayas oído hablar del método de establecimiento de objetivos “ELEGANTE" pertenece a la categoría "SMART". La palabra "SMART" te ayuda a establecer objetivos realistas. "S" significa "específico" = específico, “M” significa “medible” = mensurable, “A” significa “alcanzable” = accesible, “R” significa “realista” = realista y “T” significa “limitado en el tiempo” = limitado en el tiempoPor lo tanto, nuestros objetivos no deben formularse de forma demasiado amplia, deben ser medibles para detectar el progreso, no demasiado ambiciosos, deben ser alcanzables e incluir un plazo. Si desea obtener más información sobre este método, consulte. aquí encima.
Además de nuestro objetivo y el porqué, también es importante reconocer qué obstáculos, tropiezos y distracciones podrían desviarnos del camino. Si estás preparado para estas dificultades, es más fácil no dejar que te desanimen y seguir adelante. Finalmente, la sobrecarga también es un factor importante. Solemos asumir demasiadas responsabilidades al principio. Si no lo logramos, se vuelve difícil perseverar y no rendirnos.
En resumen, todo esto significa:
- Encuentra tu “por qué” personal.
- Define posibles obstáculos, distracciones y tropiezos que puedes encontrar en el camino.
- Desarrollar soluciones e ideas concretas sobre cómo abordar estas dificultades.
- No te exijas demasiado y empieza poco a poco. Digamos con el 50 % de lo que te propusiste inicialmente. Siempre puedes mejorar.
- Documenta tu progreso para recordarte periódicamente lo lejos que has llegado.
Puedes aplicar estos puntos a todo tipo de objetivos y áreas de la vida: ejercicio, hábitos alimenticios, autocuidado, proyectos (creativos), aficiones… Y en teoría, eso suena bastante bien.Pero ¿cómo se pueden poner en práctica estos puntos?
Volvamos a nuestro tema inicial: la alimentación saludable. A continuación, te daré ejemplos de cada punto para que, al final de esta publicación, tengas algo tangible que aprender y sugerencias concretas para aumentar tu motivación. 🤗
1. Encuentra tu “por qué”
Si no tenemos una dirección clara, podemos caer rápidamente en la complacencia y en viejos hábitos. Si queremos mantenernos fieles a nuestro objetivo de comer más sano, necesitamos un "porqué" fuerte y específico. Tu "porqué" es como tu motivación principal y te muestra el camino.
Importante: Formular una o dos frases concretasque lleguen al punto de por qué quieres cambiar tus hábitos. Estas frases deberían... formulado positivamente ser (“Quiero sentirme con más energía”; una formulación negativa aquí sería z.B. “Ya no quiero sentirme tan cansado y agotado”) y escrito Pensarlo ya es la mitad de la batalla. Si escribes tu "por qué" en una nota adhesiva, por ejemplo, y la pegas en un lugar visible a diario, tendrás muchas más probabilidades de mantener la motivación que si se te ocurriera una sola vez.
Los posibles “por qué” podrían ser:
- La comida sana me hace sentir con más energía.
- Quiero ser un modelo positivo a seguir para mis hijos.
- Cuando como menos azúcar, tengo menos dolores de cabeza
- Un peso saludable reduce el riesgo de enfermedades como _________
- Cuando como sano, estoy más concentrado y enfocado.
- Si como menos por la noche, puedo dormir mejor.
- A través de una comida equilibrada y consciente me siento más equilibrado y cómodo en mi cuerpo.
- ....
Foto de La cuestión de la comida en Unsplash
2. Obstáculos && Definir distracciones
Si tan solo no existieran esos obstáculos... Desafortunadamente, siempre hay cosas que te tientan, a las que tus demonios internos reaccionan o que son simplemente demasiado difíciles de soportar. Considera qué posibles obstáculos podrías tener en tu situación:
¿No tienes tiempo para cocinar una comida completa? ¿No tienes dinero para comida saludable? ¿La comodidad de un kebab rápido de la esquina? ¿La presión autoimpuesta de que sea perfecto o no? ¿Tu preferencia por las comidas grasas o dulces? ¿La sensación de no conocer suficientes alternativas saludables?
Piensa en lo que estás haciendo en el Pasado de comer sano y qué te ha impedido hacerlo Futuro Podrían dificultar las cosas. Define de 1 a 3 posibles obstáculos y anótalos también.
Importante: Ir un obstáculo tras otro Si intentas eliminar de inmediato todos los obstáculos posibles, te sobrecargarás y avanzarás más lento o te rendirás por ser demasiado agotador. Así que, para el siguiente paso, concéntrate en solo uno de los obstáculos definidos.
3.Encuentra formas de superar estos obstáculos
Como suelo decir, la consciencia es la mitad de la batalla. Una vez que eres consciente de las circunstancias que pueden dificultar tu vida, ya estás en el buen camino hacia la sanación y el cambio. La clave está en prepararse lo mejor posible para los obstáculos y considerar posibles soluciones.
Digamos que uno de tus principales obstáculos es que muy poco tiempo y, por lo tanto, tienden a comer comidas poco saludables, pero fáciles de conseguir. ¿Qué puedes hacer para evitarlo?
Por ejemplo, podrías intentar preparar comidas, es decir, preparar comidas, Pruébalo. Dedicar una hora el fin de semana puede ahorrarte varias horas entre semana. Puedes preparar muesli saludable, picar o asar verduras con antelación y tenerlas a mano para un curry entre semana. También puedes cocinar varias tandas una vez a la semana y congelar las sobras. Así, la próxima vez solo tendrás que descongelarlas. Puedes preparar la avena la noche anterior para no preocuparte por el desayuno de la mañana siguiente. Puedes buscar en internet o en libros de cocina recetas de 15 minutos.
Más ejemplos de obstáculos y soluciones adecuadas
Si tu obstáculo es que tú No gastes demasiado dinero en comida Si puedes, investiga en línea para saber qué alimentos son especialmente baratos y dónde encontrarlos. Podrías comprar más cereales, lentejas o legumbres, ya que también serán más económicos. Puedes comprar frutas y verduras de temporada o usar verduras congeladas. Suelen ser más económicas, pero igual de nutritivas.
Si tu obstáculo es que tú A menudo come bocadillos poco saludablesPuedes prevenirlo dejando de comprar dulces o comprando alternativas saludables. Un pequeño envase de frutos secos, una manzana o una barrita saludable pueden calmar los antojos y se pueden llevar fácilmente al trabajo o a cualquier otro lugar.
Si tu obstáculo es que crees que Simplemente no sé lo suficiente sobre alimentación saludableO si piensas que comer sano es agotador o simplemente no sabe bien, puedes encontrar muchísima inspiración y conocimiento en línea. En particular, los videos de YouTube me parecen una excelente manera de empezar. Y para casi todos los snacks poco saludables, como los brownies o las patatas fritas, ¡existen alternativas saludables fantásticas! ¡Anímate a probar cosas nuevas!
Como puedes ver, hay muchas posibilidades. Solo tienes que tomarte el tiempo para buscar soluciones :) Como dije antes: Por favor, aborda un obstáculo a la vez. Si te sientes listo para pasar al siguiente, genial. Pero no pienses que tienes que tenerlo todo perfectamente bajo control desde el principio...
Foto de Alejandro Dummer en Unsplash
4. ¡Pasitos de bebé!
Las metas grandes están muy bien, pero es importante ser realistas para el centro de recompensa de nuestro cerebro. Porque cada vez que completamos una tarea, nuestro centro de recompensa se activa y se libera dopamina. Esto nos hace sentir bien.Pero si trabajamos durante mucho tiempo para conseguir algo sin llegar a conseguirlo, nuestro cerebro permanece sin recompensa durante mucho tiempo y perdemos la motivación.
Por eso, es fundamental que lo hagas con calma y poco a poco. Solo así notarás tu progreso.
Digamos que quieres comer menos fuera porque tiendes a comer de forma poco saludable. En lugar de intentar... solo A la hora de comer en casa, intenta felicitarte cada vez que lo consigas. Si antes pedías comida para llevar cinco veces por semana y ahora solo lo haces tres, ¡sigue siendo un gran progreso!
Otro objetivo podría ser incorporar más verduras a tu dieta. En lugar de obligarte a comer verduras al horno sin nada encima todos los días, podrías intentar incorporarlas a los platos que ya disfrutas: añade pimientos a la salsa de tomate de la pasta, prepara patatas al romero en lugar de patatas fritas o decora tu sándwich de queso con un poco de pepino, tomate o espinacas baby...
Si te gusta preparar tu desayuno la noche anterior y nunca lo has hecho antes, entonces pregúntate: no El objetivo es hacerlo siete veces por semana. Quizás podrías empezar con tres tardes por semana.
5. Documenta tu progreso
Este es un punto que a menudo se ignora y se pasa por alto por conveniencia. Sin embargo, es realmente importante. Solo cuando documentes tu progreso te darás cuenta de lo lejos que has llegado. Por supuesto, no tienes que registrar meticulosamente todo lo que comes. Tampoco tienes que contar calorías ni pesarte a diario. Todo lo contrario. Intenta no centrarte en optimizar ninguna cantidad (lo que puede llevar rápidamente a una mala relación con la comida), sino en establecer nuevos hábitos saludables.
Por ejemplo, puede ser muy motivador documentar y registrar los puntos que comentamos en el paso anterior ("¡4. Pequeños pasos!"). Por ejemplo, podrías crear un "registro de hábitos" donde marques cada tarea que completes. Sin embargo, no se trata de marcarla todos los días; eso puede generar estrés interno y desmotivación si no la completas. Se trata simplemente de ser consciente de tu progreso personal.
Ya sea que escribas una breve nota diaria sobre lo que salió bien y lo que puedes mejorar la próxima semana, o que uses un registro de hábitos tradicional, ¡sigue así! Céntrate en lo que has logrado. Incluso si algunos días eso "solo" significa comer tres cuartos de una barra de chocolate en lugar de una entera. ¡Eso también es progreso!
Reduce tus expectativas sobre ti mismo: ¡ya estás haciendo un gran trabajo!
Por último, pero no menos importante...
...también puede ser útil asumir responsabilidades, por ejemplo, compartiendo tus objetivos con alguien que te los recuerde con frecuencia. O encontrando a alguien con quien recorrer el camino. La ayuda profesional de un nutricionista también puede ser un paso importante y ayudarte a mantener la motivación.
¡Lo puedes lograr! 😊❤️
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Foto de Jimmy Dean en Unsplash
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