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Sentimiento del cuerpo durante el embarazo: cómo cambia y cómo puede disfrutar
El embarazo cambia casi todo en tu cuerpo. Después de cada día, nada es igual que antes.
Para muchas mujeres esto es un gran desafío, a otras les encanta ver crecer la barriguita.
El tema de la feminidad en el mundo occidental actual está fuertemente influenciado por ideales, y muchas mujeres se ven presionadas por las expectativas externas sobre los modelos femeninos a seguir. Se preguntan qué les quitará la maternidad, incluso en lo físico.
La tentación de compararnos con los demás está siempre presente en la vida cotidiana y en las redes sociales, demostrando repetidamente cómo deberían ser las cosas. Si el cuerpo no recupera su forma original con la suficiente rapidez tras el nacimiento, surgen preguntas no solo sobre las expectativas, sino también sobre nuestra propia identidad: somos cuerpo, alma y espíritu, y el cuerpo desempeña un papel fundamental en nuestra autopercepción.
Nuestras experiencias, creencias, alegrías y tristezas se almacenan en las células de nuestro cuerpo. El embarazo y el parto también cambian nuestra existencia en general, y no solo en la superficie. Entonces, ¿cómo podemos afrontar que nuestro cuerpo experimente una experiencia tan profunda? ¿Es posible prepararse y facilitar la transición a una nueva actitud ante la vida? ¿Tiene que cambiar todo? ¿De verdad dejaré de reconocerme?
No hay una respuesta general a todas estas preguntas. La experiencia de cada persona es tan única que es casi imposible limitar la respuesta a una pregunta específica. Por lo tanto, lo más sensato es inspirar nuevas ideas, que luego puedan formarse en ti según tus propios gustos:
Si lo deseas, puedes tejer dentro de ti las siguientes ideas y permitir que surtan efecto:
Tu cuerpo hace un milagro, y es un signo de tu feminidad, no lo opuesto a ella.
Tu cuerpo fue diseñado por la naturaleza específicamente para concebir, gestar y dar a luz. Nunca fue concebido para ser moldeado a la fuerza, alterado a la fuerza ni sometido a presión.
La feminidad no se mide por el tamaño de las caderas, la ausencia de estrías ni por la talla del vestido. Parece absurdo que tantas mujeres basen su sentido de feminidad en las evaluaciones de la sociedad y la publicidad, en lugar de en lo que están naturalmente programadas para hacer.
Como mujer, defines tu feminidad individualmente. Si te identificas como mujer y tu cuerpo experimenta el embarazo, esto forma parte de tu feminidad personal. Si tienes un parto natural o una cesárea, si das el pecho o decides no hacerlo, si tu cuerpo cambia significativamente o apenas cambia, entonces esto forma parte de tu feminidad personal. Nadie experimenta esto como tú. Nadie que esté contigo o te dé su amor tiene derecho a exigir nada más que lo que ocurre naturalmente en tu cuerpo, alma y espíritu durante este tiempo.
Ahora tienes la oportunidad de centrarte de una vez por todas en las cosas que son realmente importantes para ti.
El embarazo crea una nueva conciencia en tu cuerpo. Puede, aunque no necesariamente, que este proceso te haga empezar a pensar en ciertos temas de una manera radicalmente diferente a como lo hacías antes.
Algunas mujeres antes estaban muy centradas en lo que los demás pensaban de ellas. Durante el embarazo, se convierten en mujeres expresivas, impresionantes, hermosas y salvajes que de repente se dan cuenta de que tienen derechos, de que no importa en absoluto lo que piensen los demás, de que ya no permiten que nadie las juzgue, ni a ellas, ni a sus decisiones, ni a sus cuerpos.
Otros exploran profundamente quiénes quieren ser por primera vez. Entran en contacto con sus necesidades, deseos y límites porque sus cuerpos, a través de las hormonas, los cambios y las circunstancias especiales, les envían señales sensibles sobre lo que necesitan.
Además, el embarazo también puede ser un espacio de profunda autorreflexión, paz y un nuevo rumbo. Tener una familia y un bebé no tiene por qué significar que tengas que sacrificarte aún más como mujer. Al contrario: puedes usar el espacio familiar para aprender, para hacerte un hueco, para moldear la realidad y para defender todo lo que necesitas.
Naturalmente, la conexión con tu bebé es uno de los procesos más importantes de tu mente y cuerpo. Aquí, puedes inspirarte pensando que, gracias a ti, tu hijo tiene todo, absolutamente todo, lo que necesita en este preciso momento. Eres el mundo entero de tu bebé, el espacio vital ideal, pura seguridad. Tu cuerpo está trabajando con éxito para ser un hogar cálido y seguro donde tu hijo pueda desarrollarse. Deja que este proceso natural te anime a desarrollar también un instinto primario para tu rol de madre, uno que te guiará para saber qué necesita tu hijo.
Creces más allá de ti mismo
Durante tu embarazo y parto, tendrás la valiosa experiencia de ser capaz de mucho más de lo que creías. Independientemente de si se trata de tu primer hijo/embarazo u otro, con cada experiencia, puedes aprender, no solo para esta área, sino para toda tu vida, lo increíblemente poderosa y fuerte que eres, y las maravillas que trae consigo ser humana. Eres la guardiana y dadora de vida, creando cosas nuevas, creando, en efecto, una realidad que antes no existía.
Cuando el milagro del cambio y la transformación se produce en tu cuerpo, puedes experimentar que el enfoque generalizado en una existencia antigua, retrógrada y rejuvenecedora no es lo más atractivo. Más bien, los seres humanos anhelan algo nuevo, un mayor desarrollo, el futuro. Crecer, el proceso de maduración de tu personalidad, puede adquirir un resplandor muy especial si te permites encontrarlo.
No debe confundirse con aceptar una rutina diaria monótona con tareas que no disfrutarás y una sensación corporal poco femenina y poco erótica. Todo lo contrario. Si lo deseas, puedes encontrar una nueva profundidad y una plenitud sin precedentes en todas estas áreas, y transformar tu cuerpo puede llevarte a una dirección increíblemente emocionante de autoconocimiento y autorrealización.
Reinvéntate. Decide qué es importante para ti. Qué te parece hermoso. Quién quieres ser. Vive este tiempo como propio. Tu cuerpo es tu santuario, y este tiempo puede ser sagrado para ti, independientemente de cómo hablen los demás sobre la familia, el embarazo y el parto.Encuentre la inspiración que se adapte a usted y a su corazón vibrante y descubra una nueva libertad para darle forma a su vida como desee, tal como su hijo crece, prospera y aprende cada día.
¡Te deseo un embarazo maravilloso y satisfactorio y un parto poderoso!
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AUTORA: SARAH ACKER
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