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Cómo puedes manejar la ansiedad ecológica
¿Te preocupas a veces por el futuro de nuestro planeta? ¿Qué pasará con el mundo, con nosotros? ¿Seguiremos siendo capaces de salvar la Tierra? ¿Habrá guerras por la comida? ¿Tendremos siquiera suficiente espacio vital? ¿Es siquiera justo traer hijos al mundo? Tales pensamientos y temores se engloban en el término "Eco-miedo" (InglésTambién pueden surgir sentimientos como la tristeza o la desesperación. A veces es bastante difícil dejar atrás estos pensamientos y sentimientos y mirar el futuro con optimismo.
Hoy quiero compartir con vosotros algunas opciones y consejos para ayudaros a afrontar estas preocupaciones y pensamientos ambientales.
Considero justificada la declaración de Greta Thunberg “Quiero que entren en pánico” en un discurso ante el Parlamento, cuando está dirigida a políticos y líderes mundiales que dudan sobre la política climática o incluso niegan el cambio climático.
Sin embargo, no deberíamos dejarnos llevar por el pánico. Todos podemos sentir la presión de actuar sin llegar a entrar en pánico.
Cuando sufrimos de miedo, pánico o estrés, no podemos pensar con claridad. Somos incapaces de tomar decisiones racionales. ¿Cómo podemos cambiar de forma sostenible nuestra forma de tratar el planeta?
Todos conocemos titulares como "El hielo se está derritiendo", "Tenemos 10 años para cambiar las cosas; si no, todo está perdido" o "Un millón de especies están en peligro de extinción". ¿Cómo no preocuparse al leer estas cosas? La tristeza y la desesperación también son reacciones naturales ante estas noticias. Resulta aún más incomprensible que algunas figuras destacadas parezcan reacias a hacer nada. Al fin y al cabo, en algún momento, la supervivencia de nuestra especie dependerá de los recursos de la Tierra...
¿Cómo afronto la ansiedad ecológica?
1. Aceptación
La aceptación es posiblemente el paso más difícil de todo este proceso. Aceptar no significa simplemente quedarse de brazos cruzados. Se trata, más bien, de aceptar que existe cierta dualidad. Si queremos controlar nuestra ecoansiedad, debemos aprender a vivir con las emociones positivas y negativas. No tenemos por qué tolerar las emociones negativas ni obsesionarnos con ellas, pero podemos reconocer que están ahí. Intenta abordar la situación con atención plena. Es perfectamente humano sentir miedo. Pero no tenemos por qué identificarnos con él. Déjalo estar ahí y luego déjalo ir.
Contra la eco-ansiedad también puede ayudar pensar en un mantra que puedas recitar cuando te sientas abrumado por tales pensamientos, z.B.: “Dios/Universo/…, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, el coraje para cambiar las que sí puedo y la sabiduría para reconocer la diferencia.”

2. Cambia tu perspectiva
Así como debemos aceptar que pueden pasar cosas malas, también debemos aceptar que pueden pasar cosas buenas. Esto no suele ser fácil, sobre todo cuando nos rodea una perspectiva distópica. Noticias, libros, documentales: todo el mundo parece creer en el apocalipsis. Estas imágenes nos invaden rápidamente la mente. Y como nuestra mente piensa en imágenes, es difícil deshacerse de ellas.Está claro que en los tiempos que corren ya no tenemos una imagen positiva, colorida y alegre del futuro...
¿Pero por qué no cambiamos eso? ¿Qué pasaría si dependiéramos completamente de energías renovables? ¿Si cada techo y cada casa estuvieran decorados con plantas? ¿Y si estos espacios verdes se usaran para cultivar alimentos orgánicos que pudieran abastecer a todo el vecindario? ¿Y si trabajáramos CON la naturaleza en lugar de contra ella?
Necesitamos transformar la imagen distópica de la ecoansiedad en una utópica. Esto nos ayuda a reconocer por qué luchamos. Surge en nosotros una sensación completamente diferente cuando tenemos una idea clara de por qué luchamos, en lugar de pensar simplemente en la supervivencia. Tener una imagen concreta también nos ayuda a conversar con personas que no se preocupan especialmente por nuestro planeta. Además, nos resulta más fácil actuar cuando tenemos una visión clara.
Así que tómate un momento para soñar o escribir en tu diario lo hermoso que podría ser el futuro. Describe la imagen que tienes en mente con gran detalle. ¿Qué significa? su ¿Cómo se ve la imagen de un futuro hermoso y verde? Siempre puedes volver a esta imagen en situaciones difíciles para recordarte a qué te has comprometido.
3. Intercambiar ideas y buscar apoyo
Sentirse abrumado a menudo también conlleva un sentimiento de soledad. Siempre ayuda saber que no estamos solos con nuestras preocupaciones y miedos. Confía en tus seres queridos y comparte tus sentimientos.
Si quienes te rodean no comprenden bien tus ideas, también puede ser útil encontrar una comunidad con personas que piensan como tú. En Facebook, por ejemplo, hay varios grupos donde se habla de cero residuos y soluciones sostenibles. ¡Casi todas las ciudades de Alemania organizan reuniones periódicas donde puedes hablar de todo tipo de temas con personas afines!
Las manifestaciones de Viernes por el Futuro también son una gran oportunidad para conectar con personas afines. ¡Y también brindan mucha esperanza!
Esto me lleva directamente al siguiente punto:
4. Busca lo positivo
Siempre reflexionamos, tanto interna como externamente, sobre lo que nos rodea a diario. Cuando nos damos un atracón de noticias de la mañana a la noche, no es de extrañar que sintamos que solo hay maldad en el mundo... Así que, ¡busca conscientemente lo positivo! Esto no significa que debamos simplemente ignorar las cosas negativas que suceden a nuestro alrededor. Pero todos podemos determinar, para nuestra propia protección, cuánto dejamos entrar y dónde centramos nuestra atención.
Sigue cuentas en redes sociales con una actitud positiva que te inspiren esperanza. Rodéate de personas que te fortalezcan en lugar de drenarlas. Esto no solo te pondrá de buen humor, sino que también te motivará.
5. Manténgase activo
Probablemente no haya nada mejor para combatir los miedos y las preocupaciones de la ecoansiedad que actuar tú mismo. Si apoyas activamente el medio ambiente, no solo te estás demostrando a ti mismo que el cambio es posible. Nadie espera que dejes de generar más residuos mañana, que adoptes una dieta completamente vegana o que vayas al mar a pescar plástico.
¡Incluso los cambios pequeños pueden marcar la diferencia! Piensa en maneras que te hagan sentir bien y que puedas lograr, y ponlas en práctica. Está bien empezar poco a poco. En nuestro blog de sostenibilidad Encontrarás numerosos consejos y mucha inspiración sobre cosas concretas que puedes cambiar.
La ecoansiedad también puede surgir de la presión que sentimos por ser perfectos y no permitirnos cometer errores, porque entonces el mundo podría acabarse y todo sería culpa nuestra. Tales pensamientos son, por supuesto, absurdos desde una perspectiva racional. Pero una vez que nos vemos atrapados en una espiral de ansiedad, estos pensamientos no son tan improbables.
Nadie es perfecto. Haz lo que puedas. Aunque solo sea comprar un vaso de café reutilizable. Siempre puedes ir un paso más allá. Pero no tienes que volverte "perfecto" de la noche a la mañana. Cualquier cosa es mejor que nada. .
Si quieres saber más sobre medio ambiente y sostenibilidad, mindfulness o alimentación saludable, echa un vistazo aquí encima.

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